viernes, 22 de mayo de 2009

Rol. Vol. 4

Para refrescar la memoria... 

Vol. 1, Vol.2 y Vol. 3.


- Cuando entramos vi una puerta secreta tras aquellos tapices viejos, podríamos empezar por allí.- dijo Aliena.

- Yo creo que deberíamos mirar en las mazmorras,- dijo Nomar.

- Si es posible preferiría evitar ese lugar tan pestilente Nomar. Empecemos por la puerta secreta, si está escondida será por alguna razón.

- Está bien, de acuerdo, empecemos por allí. - Dijo Nomar de mala gana.

 

Los tres compañeros se dirigieron a la puerta secreta, que Aliena abrió sin problemas gracias a sus dotes como ladrona. Al cruzarla se encontraron en una gran sala, similar a la anterior pero aún menos cuidada, llena de polvo y telarañas que cubrían lo que parecían ser viejas armaduras. Todas estaban bastante estropeadas pero Aliena, con sus entrenados ojos de ladrona, pudo comprobar que en algún tiempo, muy lejano ya, fueron piezas de gran valor (algunas todavía lo eran) rica y bellamente talladas con motivos de rosas, espadas y peces. Al fondo de la sala, colocada de manera bien visible, se encontraba una cota de malla en mucho mejor estado que el resto de las cosas. Los tres se acercaron a ella y se maravillaron con su manufactura.

 

Nomar fue el primero en hablar:

- Debemos seguir buscando a los jóvenes, ya volveremos después por estas riquezas. ¿Vamos ahora a las mazmorras?

 

Se dirigieron entonces a la reja que habían visto desde las escaleras, Aliena abrió la cerradura sin problemas y encontraron una nueva escalera. Habían bajado unos pocos metros cuando se encontraron en una gran sala en penumbras. Nomar encendió las teas que había cogido de la sala principal y descubrieron una horrible visión: la mazmorra estaba llena de cadáveres desde el suelo hasta los nichos de las paredes. Todos estaban resecos, como si les hubiesen succionado todo excepto piel y huesos. Al fondo, iluminado por una cúpula, vieron un pedestal que parecía sostener un potro de tortura. Parecía que había un cuerpo sobre él.

 

- ¿Hay alguien ahí?- Aliena no recordaba el nombre de los jóvenes y no se le ocurrió otro medio para buscarlos entre tantos cuerpos.

- Aquí, socorro- una voz susurrante, muy débil, surgió del fondo de la sala. Los tres compañeros se dirigieron al pedestal y comprobaron que el cuerpo de un joven estaba atado al potro y lleno de extraños aparatos que le succionaban algo líquido y lo transportaban a un pequeño recipiente de cristal. Era un líquido rojizo, más transparente que la sangre y con iridiscencias. Los compañeros miraron alrededor, aquel cuerpo seguía vivo pero no podía haber hablado. En una esquina, sentado en el suelo, vieron a un niño atado con grilletes y con signos de haber pasado por el potro. Aliena lo liberó de sus grilletes y lo cogió en brazos. Nomar y Eihrulan liberaron al joven, Nomar lo cargó y se dirigieron a toda prisa al pueblo.

 

Cuando llegaron Rianna aún estaba dormida, dejaron a los muchachos al cuidado del buscador y del kender y decidieron volver a la torre a buscar información para curarlos.

 

9 comentarios:

DocPat dijo...

Echaba de menos la historia por entregas de la partida.
No te preocupes por el domingo que te ayudo con la anotación de la crónica y con la continuación de las publicaciones.

Ladonnabupu dijo...

Gracias!!!

Roh dijo...

Y la elfa buenorra y altiva no sale en esta entrega con sus tipicas frases despectivas y mordaces??
Es lo mejor del relato... habra que esperar al Volumen 5

Ladonnabupu dijo...

Se siente Rou, no sale.

Mad dijo...

Lo mejor del relato está aún por llegar. Es el enano, artesano de su raza sin parangón...

DocPat dijo...

Oye, Eihrulan si que sale, lo que pasa es que no tiene mucho protagonismo en esta parte.
No siempre va a ser el foco de atención.

Ladonnabupu dijo...

Ya sabéis cómo es la elfa. YO, YO y luego YO. Como estoy tan buena y soy tan buena maga...

Anónimo dijo...

Peces? Peces????
Eran Martines Pescadores, no peces...
Y eran Coronas, Espadas y Rosas, y algún que otros martín pescador

Peces.... en fin.

Ladonnabupu dijo...

Anonímus, a veces es difícil ser Astinus...