En otro tiempo y en otro lugar.

      

Yo debí nacer en otra época. Y en otro lugar.

Debí nacer en el Oeste de las películas y ser la maestra del pueblo. 

Tendría mi casita junto a la escuela, con su chimenea y sus ventanas con flores. Tendría una escuela con pizarrines, tarima y un piano. Porque sabría tocar el piano. Sólo un poco. 

Tendría alumnos de todas las edades, poquitos, pero diferentes. Tendríamos un huertito y un pozo y decoraríamos la escuela con las flores del bosque. 

Aprenderíamos a sumar, a restar, a multiplicar y a dividir. Y leeríamos historias de Julio Verne. Y escribiríamos nuestros propios cuentos.

Por las tardes, después de las clases, saldría de paseo por el pueblo. Cosería una colcha con las demás mujeres. Y cotillearíamos sobre los últimos acontecimientos. E intentarían casarme con el nuevo pastor. Pero yo me casaría con el leñador alto y guapo. 

Como los de las películas.

 Y bailaríamos en las fiestas de la cosecha. Comeríamos tarta de manzana y estofado sin aderezos. Y nuestros hijos vivirían felices en la pequeña casita junto a la escuela, rodeados de naturaleza y jugando con los otros niños a indios y vaqueros. Y nos convertiríamos en ancianitos sentados en el porche, viendo pasar el tren a lo lejos. 

Como en las películas.

PD: Para el que quiera jugar: me he dejado llevar por algunas películas, acertadlas.